viernes, 23 de abril de 2010

Vino con sabor venezolano:del sueño al hecho

(via el nacional)

La producción de uvas en Venezuela está prácticamente concentrada en los estados Lara y Zulia, que en conjunto suman 330 hectáreas de siembra de este fruto, y las proyecciones indican que irá en aumento en los próximos cuatro años cuando se espera que lleguen a 350 hectáreas, gracias a los proyectos de expansión que lleva adelante Empresas Polar a través de Bodegas Pomar.

Hasta mediados de los años ochenta, las siembras de uvas en el país eran para la variedad de mesa, que son más gruesas, de mayor pulpa, poco jugo y con bajo contenido de azúcares, si se compara con las que se requieren para la producción vinícola, que son de menor tamaño y más líquido.

A mediados de los años cuarenta y durante los cincuenta del siglo XX, con la llegada de inmigrantes de Italia, España y Portugal se intentó llevar adelante la cosecha de la planta de uva de vino propia de esos países y se mencionan experiencias en San Juan de los Morros, Villa de Cura, y en Valencia.

Vale mencionar que los nombres de urbanizaciones emblemáticas de la capital del estado Carabobo como La Viña y El Viñedo deben su nombre a esas siembras. Sin embargo, no hubo avance hasta que se concretó el proyecto de Pomar, junto con Martell de Francia y el Instituto de la Uva de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, que impulsó los estudios en el valle de Altagracia, próximo a la población de Carora, donde estaban las condiciones para la uva de vino.

"No existe otra zona en el país donde se pueda dar la uva de vino porque se requieren zonas áridas y altas, como las de Altagracia, y también en otras poblaciones del estado Lara como El Tocuyo, Quibor y Humocaro", explica Guillermo Vargas, enólogo de Bodegas Pomar.

"Hay otras regiones, Falcón y Sucre, e incluso la isla de Margarita, donde podrían darse sólo uvas de mesa porque son terrenos áridos pero bajos", agrega el experto.

Las cifras reflejan que la actividad vinícola nacional permitió que las siembras de este fruto, en 20 años, se duplicarán y en la actualidad la proporción entre uva de mesa y vino guarda una relación entre 55% y 45%, respectivamente, con respecto a la producción total que está por el orden de 5.700 toneladas al año.

Frente a Chile


La labor de Pomar ha ido asociada a un repunte del consumo de vino, que en 2009 alcanzó el récord de 900.000 cajas, según cifras preliminares. Este volumen incluye importaciones principalmente de Chile, más producción nacional que suma 65.000 cajas. Hasta 2008, se había alcanzado un promedio de 700.000 cajas anuales.

"El crecimiento del consumo de vino no implica un repunte similar en la viticultura nacional", expresa Gabriel Machado, director del área de vinos de Empresas Polar. "Una de las ventajas que ha tenido Chile en Venezuela es la posibilidad de usar el convenio Aladi, lo que les ha permitido tener acceso al dólar oficial de 2,15 bolívares", agrega.

Esta situación ha favorecido que los precios de los vinos chilenos hayan permanecido competitivos frente a los europeos y nacionales, pero el comportamiento muestra una oportunidad para los productos nacionales toda vez que en la actualidad no se están otorgando dólares oficiales ni siquiera a la tasa de 4,30 bolívares por dólar.

(las fotos de Guillermo Vargas y de Viña Altagracia son de los amigos del Club Amantes del Vino)

sábado, 17 de abril de 2010

Bodegas Ánima Negra AN2 2006: Mallorca en una copa (Ep. No. 2)

Irse de vinos en Panamá es tener la oportunidad de disfrutar sorpresas de regiones inusitadas en países importantes en el mundo del vino. Para muestra, esta joya venida de Mallorca.

martes, 13 de abril de 2010

Altos Las Hormigas: Segundo vino más popular en restaurantes en Estados Unidos

Para nadie es un secreto que el paladar norteamericano en materia de vinos se ha sofisticado: cada vez más hay consumidores con gustos específicos que rehuyen el merlot de costumbre para buscar algún sabor más acorde al plato que degustan y sus gustos propios.

Y tampoco es secreto que malbec argentinos hay muchos.

Pero cuando se trata de Altos Las Hormigas, se habla de una filosofía detrás de la producción de malbec. Se habla de la forma como el cariño que tomaron un conjunto de enólogos italianos a las tierras de Mendoza se transformó en vino, que ahora recibe un alto reconocimiento: Segundo vino argentino más popular en los restaurantes norteamericanos, según la encuesta de restaurantes de la revista Wines & Spirits.

Por eso y porque se trata de un vino que nos gusta mucho, felicitamos a esta bodega con la convicción de que este premio será apenas un nuevo estímulo para seguir ofreciendo un vino que es a la vez versátil con las comidas y que, si se degusta con detenimiento, puede ofrecer matices interesantes.

En Panamá, Altos Las Hormigas es distribuido por Felipe Motta.

¡Salud!

No tenemos todavía programas con Altos Las Hormigas pero sí con el bonarda producido por la misma gente, Colonia Las Liebres: a continuación su degustación en video:

domingo, 11 de abril de 2010

Maycas del Limarí Syrah Reserva 2007: episodio No.1 De vinos en Panamá

¿Por qué De vinos en Panamá...?

Durante los últimos 3 años, por diversas razones, me he encontrado llegando al aeropuerto de Tocumen varias mañanas, corriendo escaleras abajo a ver si la fila de inmigración está corta o hay que bajar por el otro lado, pensando que afuera ya nos estará esperando Gregorio Flores, nuestro amigo taxista, a ver si evitamos el tranque del mediodía.

Después es esperar unos 10 minutos y ver, desde el asiento del copiloto del corolla de Gregorio, las torres ya relucientes de cristales verdes y azules y las otras en construcción, entrar por Paitilla y llegar hasta Marbella y de allí al Cangrejo, al Aparthotel Las Vegas, nuestro hospedaje habitual.

Dejar el equipaje y lanzarnos a la caza de vinos.

Desde el año 2007 descubrimos que nuestra incipiente afición por el vino -que databa de 2005- tendría en Panamá un aliado: de Chile a Nueva Zelanda, de Argentina a Sudáfrica, de California a Burdeos, de Borgoña a Oregon, de Alentejo a la Toscana, de la Rioja a Sicilia, siempre había una opción diferente, en algunos casos para ampliar la paleta de sensaciones gustativas, en otros para establecer un idilio con el vino y llevarnos algunas botellas.

El año pasado, desde Caracas, comencé un par de programas en los que decidí compartir mi pasión por el vino: La Videoguía del vino y El vino de la semana. Han sido meses interesantes, llenos, como cuando generalmente se trata de "enseñar"-como cuando recibo, regularmente, a mis alumnos en los talleres de creación literaria- de aprendizajes propios, de remordimientos por comentarios que nos quedaron pendientes, de ideas que nos hacen grabar con premura un nuevo episodio.

Panamá parecía sólo el telón de fondo con esas botellas que no salen en línea, esas que guardamos para el disfrute personal. Pero, ¿podíamos dejar realmente fuera a Panamá de esta intento por aportar un granito de arena a la cultura del vino?

Preferimos ser tomados por atrevidos y arrogantes, pero asumir el riesgo. Aunque: ¿cuál riesgo? Nuestra experiencia con el pueblo panameño siempre ha sido de cariño y receptividad, así que espero que sea extensivo a este esfuerzo que se manifiesta en un podcast/videocast semanal y en algunas notas que incluiremos en este blog.

Es el vino desde el punto de vista de alguien que, a pesar de haber estudiado administración, ha dedicado su vida a la comunicación: porque escribiendo literatura comunicamos, porque coordinando medios impresos comunicamos, porque enseñando comunicamos.

Entonces, porque aquí nunca faltan razones, ni excusas, ni opciones para celebrar: ¡te invitamos a que nos vayamos De vinos en Panamá!